Muchos naturalistas y profesionales del perfume creemos que ni un ingrediente natural de origen y de síntesis natural (modificación de lo natural) es peor o mejor. En modo comparativo, es como una receta en la alta cocina realizada por un gourmet. Usando variaciones de ingredientes naturales y bajo preparativos en diferentes modos de cocinado, se consiguen nuevos sabores y sensaciones gustativas. Existen otros componentes totalmente sintéticos de los cuales yo personalmente rechazo y no los recomiendo. Por ejemplo, la gran mayoría de los derivados del petróleo. Ya hablaremos de ellos más adelante en otro artículo.
No hay que confundirse con esos nombres técnicos. Muchas veces escritos en latín o en terminologías netamente científicas. Muchos de ellos, y de hecho la gran mayoría hacen referencia a productos naturales.
En el mundo del perfume como en otros ámbitos de la química, en ocasiones gusta “jugar” con las terminologías.
¿Qué es natural? Lo orgánico es natural. Los compuestos orgánicos se pueden combinar. Combinados, podemos modificar o alterar notas olfativas como quién crea una partitura para componer una sinfonía. El perfumista compone la sinfonía de los aromas, como un director de orquesta con los diferentes instrumentos.
© Pedro Uribarri – Perfumer Technician
[1] La Asociación Internacional de Fragancias (en inglés International Fragrance Association IFRA ), con sede en Ginebra, Suiza, fundada en 1973. Es el órgano representativo de autorregulación de la fragancia de la industria de la perfumería y cosmética en todo el mundo. Su objetivo es garantizar la seguridad de las materias primas en la elaboración de fragancias mediante un código de práctica y estándares de seguridad, como protección de los clientes y del ambiente.
IFRA, publica una lista de las normas en el uso de las materias primas. Limita el uso de ciertos componentes y/o prohíbe el uso de algunas materias primas según las investigaciones y resultados del Instituto de Investigación de Materiales de Fragancias (RIFM), que investiga constantemente datos relativos a la seguridad de las materias primas en las fragancias.
[2] El Ámbar gris es una secreción biliar de los intestinos del cachalote. Se suele encontrar esporádicamente en las playas, o en la superficie del mar. Se usaba antiguamente como fijador en la perfumería. Hoy en día ha sido sustituido por otros componentes en gran mayoría.