Intensidad y duración en el aroma

Intensidad y duración en el aroma

Intensidad y duración

 Más de uno se preguntará si en realidad intensidad y duración son los mismos conceptos a la hora de calificar un aroma.
Durante este artículo voy a desgranar la particular diferencia que existe entre intensidad y duración.

Decimos que un perfume o aroma es intenso cuando en el momento de pulverizarlo, es decir en las notas de salida, nos envuelve fuertemente con su fragancia.

Hay muchas personas que les gusta esta fuerza olfativa y la potente percepción de esas notas de salida en su nariz. Pero esto no significa que dicha potencia de salida sea en realidad una garantía de durabilidad. Hay casos de olores muy intensos cuya volatilidad es muy rápida y son en consecuencia olores que duran poco (ej. ésteres, ácidos, acetonas, bacterias, etc.). Tenemos que tener en cuenta que esos olores tan volátiles pero intensos, tienen una curva de notas olfativas muy corta, al igual que su vida odorífica. En resumen, saber que intensidad no es sinónimo de duración.

Intensidad

Siguiendo con la intensidad, sobre todo en las notas de salida, es de recibo tener conciencia que un perfume por más intenso que sea, no es mejor. En muchas ocasiones es, incluso, es contraproducente. Por poner un ejemplo en el campo de la ambientación de locales y espacios, cuando un ambientador es exageradamente intenso llega a generar el efecto contrario para lo que se creó: agradar a las personas.

Estos fallos provocados por una demanda sin control ni conocimiento provoca rechazo en la mayoría de las personas. Imagine que entra en un bar o restaurante donde percibe un fuerte e intenso olor a un aroma jabonoso industrial, de chicle o de similares productos de limpieza. Usted está percibiendo esas fragancias intensas creadas para otros propósitos, como enmascarar un olor. Y según lo percibe, su olfato es incapaz de apreciar el olor de un alimento por ejemplo, una tortilla de patata.
Recuerde que el olfato y el gusto van unidos ¿Qué ocurre? El choque olfativo es brutal, intensidad contra natura. Seguro que no sería la primera vez que ha tenido que salir o ha estado a disgusto en un local así.

Recordemos, intensidad y duración no es lo mismo.

Un buen profesional no le recomendaría una fragancia intensa en pro de una fragancia de perfumería fina, donde prima más la sutileza, la calidad y la duración.
Durante mis viajes en el mundo de la perfumería y la ambientación he tenido conciencia de que este tema ha sido y es muy difícil de hacer entender a muchas personas. Y no he dejado de insistir en ello, no hay que ser un cometa cuya cola olfativa arrasa allá donde pasa. Hay que ser la sinfonía armoniosa de una buena partitura de notas olfativas, con sutileza y duración.

Uno puede desear oler con intensidad una fragancia y contrariamente al deseo, por muy intenso que sea el aroma, se producirá un “silencio olfativo”.

Silencio olfativo, es un término personal que uso para definir la anulación olfativa de un determinado olor o fragancia. Esto se produce bien por el uso continuado en el tiempo, o por una “borrachera” continua por olor intenso. Al final es el usuario quien no llega a percibir el aroma y aquellos que vienen de fuera lo perciben en toda su magnitud. Razón de más de lo peligroso que son las fragancias o aromas exageradamente intensos, por ejemplo …
¿Una persona fumadora es consciente del olor a alquitrán y tabaco que impregna en su ropa?
¿Son conscientes del olor los trabajadores cuya labor se lleva en lugares donde hay olores fuertes y penetrantes?
¿Cuándo sale un cocinero del fogón, se percata el mismo del olor a cocina que lleva impregnado?
¿Verdad que todos nos habituamos a olores agradables o desagradables según pasa el tiempo en contacto con ellos?

Intensidad no es duración, intensidad es potencia.

La potencia de salida en las notas olfativas. Ya que estamos con la potencia de salida, no siempre esa potencia llega al fin: la duración. Y como en una carrera o maratón donde para el corredor prima más una buena cadencia que no un gran sprint.

Pedro Uribarri

No hay que ser un cometa cuya cola olfativa arrasa allá donde pasa. Hay que ser la sinfonía armoniosa de una buena partitura de notas olfativas, con sutileza y duración.

© Pedro Uribarri – Perfumer Technician

El recuerdo y el olfato

El recuerdo y el olfato

olfatoOlfato ¿Cuantas veces has olido un perfume que te recuerda a alguna persona? A mi en muchas de mis visitas, con clientas, amigas, etc. me ocurre lo mismo que narra Liliana A. en un buen artículo sobre el marketing olfativo en Roastbrief.

Recordemos que el ser humano recuerda de la siguiente forma:

  1. 1% por el tacto
  2. 2% por la audición
  3. 5% por la visión
  4. 15% por el gusto
  5. 35% por el olfato

Esto hace que recordemos por tal o cual fragancia a seres que amamos o no, familiares, ex-parejas, experiencias de la infancia, etc. Para los que somos un poco mayores ¿Recordáis cómo olían las gomas de borrar de nata cuando íbamos en 1º de la E.G.B.? Tomo una cita de ese magnífico artículo y hace referencia a Aristóteles:

“Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos”

El sentido del olfato es el más importante de todos nuestros sentidos, ya lo he comentado en otros artículos en este blog (ver más abajo), el olor nos puede evocar positivamente y está probado que afecta al estado de ánimo.

“Los olores activan 2 de nuestros cerebros , el cerebro córtex, a través del cual identificamos el olor y el cerebro límbico, que nos transporta en un viaje a través del tiempo, explorando en nuestros recuerdos, incluso en aquellos más profundos, que en muchos casos queremos olvidar para siempre.”

El marketing olfativo intenta lograr el cliente a la hora de comprar experimente un estado de confort lleno de emociones positivas, consiguiendo que la compra sea satisfactoria.

Os recomendamos este interesante artículo en Roastbrief

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